LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
España a lo largo de la historia ha sufrido varias guerras civiles, que
suelen conocerse como “guerras Carlistas”, pero precediendo a la
Segunda Guerra Mundial, y tal vez, como preliminar y preparatoria de la
misma, se produce un gran conflicto bélico conocido como “Guerra Civil
Española”.
Antes de introducirnos en este tema, debemos aclarar que las llamadas guerras Carlistas, corresponden a otras tres guerras producidas en el siglo XIX
(en el período entre los años 1833 y 1876), entre liberales partidarios del gobierno de Isabel II de España y los partidarios absolutistas de Carlos María Isidro de Borbón, del que deriva el nombre de “Carlistas”. Cabe agregar que Carlos de Borbón era el tío de Isabel II.
La Guerra Civil Española, se desarrolla en el período comprendido entre el 17 de Julio de 1936 y el 1º de Abril de 1939.
Se estima que las diferencias existentes entre la Unión Soviética y las llamadas Potencias del Eje, consideraron como un fértil campo de pruebas el desarrollo de este conflicto para el inicio de hostilidades que dieron origen a la revolución social española de 1936 y posteriormente, a la Segunda Guerra Mundial.
Esta guerra civil se origina en el fallido golpe de estado de un sector del ejército español contra el gobierno democrático y legalmente constituido de la llamada Segunda República Española.
Este conflicto bélico, concluirá finalmente con la instauración, por parte de los triunfantes rebeldes, de un régimen dictatorial de neto corte fascista en cuya dirección se situó el general Francisco Franco.
Antes de introducirnos en este tema, debemos aclarar que las llamadas guerras Carlistas, corresponden a otras tres guerras producidas en el siglo XIX
(en el período entre los años 1833 y 1876), entre liberales partidarios del gobierno de Isabel II de España y los partidarios absolutistas de Carlos María Isidro de Borbón, del que deriva el nombre de “Carlistas”. Cabe agregar que Carlos de Borbón era el tío de Isabel II.
La Guerra Civil Española, se desarrolla en el período comprendido entre el 17 de Julio de 1936 y el 1º de Abril de 1939.
Se estima que las diferencias existentes entre la Unión Soviética y las llamadas Potencias del Eje, consideraron como un fértil campo de pruebas el desarrollo de este conflicto para el inicio de hostilidades que dieron origen a la revolución social española de 1936 y posteriormente, a la Segunda Guerra Mundial.
Esta guerra civil se origina en el fallido golpe de estado de un sector del ejército español contra el gobierno democrático y legalmente constituido de la llamada Segunda República Española.
Este conflicto bélico, concluirá finalmente con la instauración, por parte de los triunfantes rebeldes, de un régimen dictatorial de neto corte fascista en cuya dirección se situó el general Francisco Franco.
ANTECEDENTES
Un grupo de militares considerados como los más
conservadores, decidieron levantarse en armas contra la República. Con
este levantamiento se intentaba
dar fin a la democracia existente desde el mes de abril de 1931, tras la caída de la dictadura del general Miguel Primo de Rivera y la falta de credibilidad en la monarquía. Se instauraba así la llamada Segunda República Española, cuyo cometido fundamental era lograr que España saliera de su estancamiento.
Había por ese entonces una gran contradicción en la sociedad española, ya que se intentaba por una parte, derribar el poder oligárquico y producir grandes cambios sociales y económicos, mientras que por otra parte, ese mismo poder era apoyado por el ejército y la iglesia con la finalidad de conservar sus posiciones de privilegio. Este período abarca desde 1931 a 1936.
La sociedad española quedó aun más fracturada luego de las elecciones de febrero de 1936, tras el triunfo del Frente Popular. El poder oculto tras la oligarquía, sólo creía en una acción liberadora o salvadora del ejército, para evitar que se llegara a una anarquía y revolución.
Se crearon así todas las condiciones para la Guerra Civil Española.
dar fin a la democracia existente desde el mes de abril de 1931, tras la caída de la dictadura del general Miguel Primo de Rivera y la falta de credibilidad en la monarquía. Se instauraba así la llamada Segunda República Española, cuyo cometido fundamental era lograr que España saliera de su estancamiento.
Había por ese entonces una gran contradicción en la sociedad española, ya que se intentaba por una parte, derribar el poder oligárquico y producir grandes cambios sociales y económicos, mientras que por otra parte, ese mismo poder era apoyado por el ejército y la iglesia con la finalidad de conservar sus posiciones de privilegio. Este período abarca desde 1931 a 1936.
La sociedad española quedó aun más fracturada luego de las elecciones de febrero de 1936, tras el triunfo del Frente Popular. El poder oculto tras la oligarquía, sólo creía en una acción liberadora o salvadora del ejército, para evitar que se llegara a una anarquía y revolución.
Se crearon así todas las condiciones para la Guerra Civil Española.
EL COMIENZO
res fueron los generales que planearon y llevaron adelante el golpe de estado.
Efectivamente, desde la primavera de 1936 comenzó la conspiración que era dirigida desde el comienzo por el general Emilio Mola y secundada por el general José Sanjurjo y el general Francisco Franco. Este último, se incorpora luego del asesinato de Calvo Sotelo.
En el proceso de alzamiento en armas participaron varios grupos a saber: mandos militares como la Junta de Generales (que coordinaba el propio Emilio Mola), la Unión Militar Española, antirrepublicana, grupos carlistas, monárquicos y sectores de la extrema derecha.
Aprovechando las maniobras militares realizadas en Marruecos (concretamente en el valle del Llano Amarillo en Ketama), el 12 de Julio de 1936, se elaboran cuidadosamente los detalles del golpe de estado que incluían comenzar el 18 de Julio en Marruecos y el 19 en el resto de España.
Se preveía que el futuro jefe de estado sería el general José Sanjurjo, pero quiso el destino que falleciera en accidente de aviación mientras viajaba desde Portugal a España. Sanjurjo había permanecido exiliado en Portugal desde que había intentado dar un golpe de estado en Sevilla en agosto de 1932.
La reunión de los tres coroneles que participaban del plan de levantamiento se produce el día 17 de Julio por la mañana en Melilla, concretamente en el departamento cartográfico. Aquí se elabora la estrategia que se comunicará a los jefes falangistas para la ocupación de los edificios públicos al día siguiente.
Las noticias trascienden rápidamente en distintos niveles, por un infidente jefe de falange que se lo comenta a otro jefe local de la Unión Republicana, de tal manera que pronto llega a oídos del Comandante Militar de Melilla, el general Romerales.
Para abortar los planes, el general Romerales ordena el envío de tropas para allanar y registrar el departamento cartográfico en la tarde de ese mismo día.
Un coronel a cargo de la operación demora la partida de dichas tropas, y a la vez, solicita un grupo de legionarios al propio cuartel de la Legión.
Las tropas que debían frustrar las acciones, se rinden ante la llegada de los legionarios, y así estos nuevos sublevados proceden a la detención del general Romerales y se inicia rápidamente el levantamiento, proclamando el estado de guerra.
Al enterarse sus compañeros de armas en Marruecos, los planes del general Mola se anticipan y el 18 de Julio se produce el levantamiento en toda España, y para el 19 de Julio alcanza un desarrollo pleno.
Solo se produce un fracaso militar en aquellas regiones, como Madrid y Barcelona, donde domina el Frente Popular (que triunfara en las elecciones de febrero de 1936). Aquí el levantamiento recibe un duro golpe y es derrotado.
En el resto de las regiones, en que las candidaturas de derecha fueron las más votadas, las fuerzas militares triunfaron significativamente.
De tal manera, ya para el 21 de Julio se tiene el control de la zona de Marruecos que estaba bajo el protectorado español, las ciudades de Córdoba, Sevilla y Granada en Andalucía, las Islas Baleares (excepto Menorca), las Islas Canarias (con excepción de La Palma), también la zona al norte de la Sierra de Guadarrama y del río Ebro (se incluye Galicia, la región de León, Castilla La Vieja (exceptuando la provincia de Santander, -actual Cantabria-, Navarra, el norte de Extremadura, y la parte occidental de Aragón), excepto Asturias (menos Oviedo que permaneció en manos Nacionales), Cantabria, Vizcaya y Guipúzcoa en la costa norte, la zona oriental de Aragón, Valencia, toda la región de Cataluña en el nordeste, el oriente de Andalucía y parte de Castilla La Nueva.
Se recibe el apoyo de Benito Mussolini, quien envía un escuadrón de aviones italianos, que llegan a España el 27 de Julio de 1936.
Por otra parte las milicias Republicanas logran controlar el levantamiento en una gran parte de España que incluye a las zonas más industrializadas.
Esto se debe en gran medida a las milicias organizadas recientemente por comunistas, anarquistas y socialistas, y también a una buena parte de las leales tropas formadas por la llamada Guardia de Asalto y de la Guardia Civil en Barcelona.
En Murcia, el alzamiento golpista no triunfa gracias a que Toribio Martínez Cabrera (gobernador militar de Cartagena), continuaba perteneciendo al Frente Popular, y por otra parte, la marina también continuaba siendo contraria al golpe. Este hecho también está relacionado estrechamente con los tumultos populares que se produjeron los días 19 y 20 de Julio.
Entretanto, algunas de las ciudades Andaluzas más grandes, se incluye a Sevilla, Córdoba, Cádiz y Granada, quedan en poder de los sublevados y algunas de ellas, pasan a constituirse en centros de control del levantamiento militar de la vasta región de Andalucía.
Uno de los ejemplos es el del general Gonzalo Queipo del Llano, quien consigue una fácil victoria al tomar el mando de la Segunda División Orgánica de Sevilla.
Efectivamente, desde la primavera de 1936 comenzó la conspiración que era dirigida desde el comienzo por el general Emilio Mola y secundada por el general José Sanjurjo y el general Francisco Franco. Este último, se incorpora luego del asesinato de Calvo Sotelo.
En el proceso de alzamiento en armas participaron varios grupos a saber: mandos militares como la Junta de Generales (que coordinaba el propio Emilio Mola), la Unión Militar Española, antirrepublicana, grupos carlistas, monárquicos y sectores de la extrema derecha.
Aprovechando las maniobras militares realizadas en Marruecos (concretamente en el valle del Llano Amarillo en Ketama), el 12 de Julio de 1936, se elaboran cuidadosamente los detalles del golpe de estado que incluían comenzar el 18 de Julio en Marruecos y el 19 en el resto de España.
Se preveía que el futuro jefe de estado sería el general José Sanjurjo, pero quiso el destino que falleciera en accidente de aviación mientras viajaba desde Portugal a España. Sanjurjo había permanecido exiliado en Portugal desde que había intentado dar un golpe de estado en Sevilla en agosto de 1932.
La reunión de los tres coroneles que participaban del plan de levantamiento se produce el día 17 de Julio por la mañana en Melilla, concretamente en el departamento cartográfico. Aquí se elabora la estrategia que se comunicará a los jefes falangistas para la ocupación de los edificios públicos al día siguiente.
Las noticias trascienden rápidamente en distintos niveles, por un infidente jefe de falange que se lo comenta a otro jefe local de la Unión Republicana, de tal manera que pronto llega a oídos del Comandante Militar de Melilla, el general Romerales.
Para abortar los planes, el general Romerales ordena el envío de tropas para allanar y registrar el departamento cartográfico en la tarde de ese mismo día.
Un coronel a cargo de la operación demora la partida de dichas tropas, y a la vez, solicita un grupo de legionarios al propio cuartel de la Legión.
Las tropas que debían frustrar las acciones, se rinden ante la llegada de los legionarios, y así estos nuevos sublevados proceden a la detención del general Romerales y se inicia rápidamente el levantamiento, proclamando el estado de guerra.
Al enterarse sus compañeros de armas en Marruecos, los planes del general Mola se anticipan y el 18 de Julio se produce el levantamiento en toda España, y para el 19 de Julio alcanza un desarrollo pleno.
Solo se produce un fracaso militar en aquellas regiones, como Madrid y Barcelona, donde domina el Frente Popular (que triunfara en las elecciones de febrero de 1936). Aquí el levantamiento recibe un duro golpe y es derrotado.
En el resto de las regiones, en que las candidaturas de derecha fueron las más votadas, las fuerzas militares triunfaron significativamente.
De tal manera, ya para el 21 de Julio se tiene el control de la zona de Marruecos que estaba bajo el protectorado español, las ciudades de Córdoba, Sevilla y Granada en Andalucía, las Islas Baleares (excepto Menorca), las Islas Canarias (con excepción de La Palma), también la zona al norte de la Sierra de Guadarrama y del río Ebro (se incluye Galicia, la región de León, Castilla La Vieja (exceptuando la provincia de Santander, -actual Cantabria-, Navarra, el norte de Extremadura, y la parte occidental de Aragón), excepto Asturias (menos Oviedo que permaneció en manos Nacionales), Cantabria, Vizcaya y Guipúzcoa en la costa norte, la zona oriental de Aragón, Valencia, toda la región de Cataluña en el nordeste, el oriente de Andalucía y parte de Castilla La Nueva.
Se recibe el apoyo de Benito Mussolini, quien envía un escuadrón de aviones italianos, que llegan a España el 27 de Julio de 1936.
Por otra parte las milicias Republicanas logran controlar el levantamiento en una gran parte de España que incluye a las zonas más industrializadas.
Esto se debe en gran medida a las milicias organizadas recientemente por comunistas, anarquistas y socialistas, y también a una buena parte de las leales tropas formadas por la llamada Guardia de Asalto y de la Guardia Civil en Barcelona.
En Murcia, el alzamiento golpista no triunfa gracias a que Toribio Martínez Cabrera (gobernador militar de Cartagena), continuaba perteneciendo al Frente Popular, y por otra parte, la marina también continuaba siendo contraria al golpe. Este hecho también está relacionado estrechamente con los tumultos populares que se produjeron los días 19 y 20 de Julio.
Entretanto, algunas de las ciudades Andaluzas más grandes, se incluye a Sevilla, Córdoba, Cádiz y Granada, quedan en poder de los sublevados y algunas de ellas, pasan a constituirse en centros de control del levantamiento militar de la vasta región de Andalucía.
Uno de los ejemplos es el del general Gonzalo Queipo del Llano, quien consigue una fácil victoria al tomar el mando de la Segunda División Orgánica de Sevilla.
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