viernes, 3 de mayo de 2013

LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA   2.DA PARTE

Los rebelados consiguen tomar el puerto naval de Ferrol al llegar al quinto día de las acciones, o sea el 21 de Julio.  Esto hace temer que nada será fácil, y la situación no se podrá resolver muy rápidamente.
Las fuerzas fascistas resuelven apoyar a los rebeldes, y el mando de toda la operación pasa a quedar en los generales Mola y Franco, ya que el general Sanjurjo muere en el ya mencionado accidente aéreo.
De ambos generales, el que pasa a destacarse más visiblemente como cabeza de mando es Francisco Franco, quien está al frente de las tropas que lo acompañaron desde Marruecos.
Este liderazgo queda claramente establecido cuando el 1º. de octubre de 1936 se le nombra Jefe del Estado Español, y establece en Burgos su gobierno.
Al año siguiente, el 3 de junio de 1937, nuevamente un accidente de aviación es quien acaba con la vida del general Mola, con lo que Francisco Franco queda claramente solo al frente del alzamiento militar.
Prácticamente hasta el fin de la guerra el presidente de la República Española fue un liberal anticlerical que venía del Partido Izquierda Republicana, llamado Manuel Azaña.
El Gobierno Republicano estaba ejercido por el líder del Partido Socialista don Francisco Largo Caballero, desde principios del mes de setiembre de 1936.
Quien le sucede en el cargo desde mayo de 1937 es el socialista Juan Negrín, hasta el fin de la guerra, continuando luego en el exilio hasta 1945 como jefe del Gobierno Republicano.
De los centros pertenecientes a cada bando, se contabilizaban siete para los republicanos y otros trece correspondientes a los rebeldes alzados.
Entre los siete puntos republicanos estaba Madrid (en la antigua Castilla La Nueva); en el País Vasco estaba Bilbao como capital de Vizcaya; Málaga en Andalucía; en la región de Murcia estaban Albacete y Cartagena; en Cataluña estaba Barcelona; y por último Valencia.
Por otra parte, existían trece puntos neurálgicos que constituían los centros de la sublevación militar. En la región de Andalucía, eran Sevilla, Córdoba y Cádiz; en Marruecos, Ceuta; en Asturias, su capital Oviedo; en Galicia, provincia de la Coruña, la ciudad natal de Franco: Ferrol; en la antigua Castilla La Vieja, Burgos y Valladolid; Salamanca y León (cuando existía la región de León); en el País Vasco la capital de la provincia de Álaba, Vitoria; la capital de Navarra, Pamplona; y en Aragón, Zaragoza capital de la provincia del mismo nombre.
Desde los centros rebeldes el Ejército de España inicia la llamada Reconquista a través de acciones ofensivas que pretenden retomar ciudades que están en manos de la República, o al menos, liberar aquellos lugares que permanezcan en manos de rebeldes bajo el hostigamiento de tropas gubernamentales. Este es el caso del Alcázar Toledano y del sitio de Oviedo.
Tanto republicanos como nacionalistas buscan reorganizarse en su respectivo territorio, y sofocar rápidamente cualquier amenaza de oposición, o aun de las meras sospechas como forma de prevención.
La guerra civil se había instalado con tal intensidad y ferocidad que se presume que mucho más de 50.000 personas fueron asesinadas, ejecutadas o murieron de alguna forma, en cada uno de los bandos.
En esos momentos nadie tiene la certeza sobre cual de los bandos aventaja o supera al otro en la batalla. Cada uno de los grupos enfrentados se prepara para lo peor, ya que el golpe proyectado para derribar a la República había fracasado radical y estruendosamente. Cerca de una tercera parte del territorio de España había sido tomado por los rebeldes.
Acababa de comenzar la Guerra Civil Española que iba a prolongarse durante tres largos y sangrientos años de lucha fratricida
Como prepararse para lo que se venía
Los problemas que se plantea principalmente cada bando son los derivados de la estimación de que hay que pertrecharse convenientemente para el largo y complicado período de batalla que se avecina.
Por otra parte, hay que traer a España el ejército de África que está en Marruecos, las tropas del general Mola no cuentan con muchas municiones y cortando el paso está la flota republicana que bloquea el estrecho de Gibraltar.
Para tratar de salvar este gran inconveniente se busca organizar un puente aéreo entre Marruecos y Sevilla, el que una vez iniciado, se verá reforzado por aviones procedentes de Italia y Alemania.
Con estas escasas fuerzas aéreas se logran algunos bombardeos y ataques que permiten un repliegue momentáneo, aprovechado para el paso de un convoy naval entre Ceuta y Algeciras.
Se logra iniciar de esta forma la llamada Campaña de Extremadura, cuyo fin es unir las dos zonas en manos de los sublevados, y que a mediados de agosto de 1936 se concreta mediante la toma de Badajoz.
Esta fue una primera y relativamente rápida victoria, ya que se logró en menos de un mes de haberse iniciado el levantamiento.
A partir de allí y muy rápidamente, las tropas que conformaban el Ejército de África bajo el mando de Franco, fueron tomando a su paso distintas poblaciones mientras avanzaban por Extremadura.
Se considera que los triunfos de este ejército, eran debidos a su entrenamiento y experiencia de combate, habiendo adquirido así un alto grado profesional.
Tratando de liquidar la lucha cuanto antes, se inicia la marcha hacia Madrid.
Como una anécdota que perdurará a través del tiempo, se menciona que el 28 de setiembre se logra liberar el Alcázar de Toledo del asedio republicano que soportaba desde el 22 de Julio. Las fuerzas rebeldes comandadas por el coronel José Moscardó reciben con alegría al victorioso Varela que comandaba el Ejército de África. En ese momento Moscardó pronuncia una famosa frase: “mi general sin novedad en el Alcázar”.
Fue por una orden de Franco que las tropas se dirigieron a Toledo, liberando así el Alcázar, pero se estima que si en lugar de eso hubiesen marchado sobre Madrid, la guerra se habría acortado bastante.De todas formas, esta liberación consiguió elevar la moral de las tropas.
Recién el 8 de noviembre se da inicio a la Batalla de Madrid, no lográndose tomar la capital en un primer momento.
Se producen varios cambios de mando en el Gobierno de la República, asumiendo en esos momentos Francisco Largo Caballero, un miembro del PSOE (Partido Socialista Obrero Español).
Las tropas nacionales en la primera quincena de setiembre consiguen tomar en el norte Irún y San Sebastián. Los nacionalistas terminan rodeando por tierra al norte republicano, pero el 17 de Octubre se logra romper el cerco de Oviedo.

 

 

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