viernes, 3 de mayo de 2013


El plan energético del Gobierno Federal en el 2012-2018

 El plan energético del gobierno federal 2012-2018

Han sido liberados dos de los principales instrumentos estatales para orientar nuestro futuro: el primero, el inicio de la consulta popular para elaborar el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 y, el segundo, la Estrategia Nacional de Energía 2012-2026.

El Plan no es sólo un simple ejercicio técnico. Aunque tiene su metodología, sus procesos de análisis y sus herramientas de construcción, se trata también de un evento político, económico y social.

Desde el punto de vista político, el Plan comporta una instancia de decisión al más alto nivel, en la que intervienen con sus planteamientos los principales actores del país y los ciudadanos. Pero la nota característica del Plan es el señalamiento de temas específicos de una agenda pública que determina prioridades, orientaciones en cada rubro de la administración pública y objetivos con sus estrategias. En su conjunto, se trata de una visión que del país tiene un gobierno en particular, perspectiva que contrasta con otras posiciones del pasado y con las de otras fuerzas políticas en la actualidad.

El principal instrumento del Plan es el gasto público y su correlativo presupuesto de ingresos. Por eso se dice que el presupuesto expresa en términos económicos una visión política de gobierno. Por eso el alcance de cada Plan está en los recursos que pueda aportar el gobierno vía impuestos al desarrollo, mediante una estrategia de financiamiento, compuesta por un paquete fiscal y por unos recursos que satisfagan los requerimientos presupuestales del sector público en su conjunto en el largo plazo. Todo esto confluye, en suma, en la capacidad transformadora del gasto público y en la incidencia de la política fiscal sobre los ingresos de las personas, tanto físicas como morales.

La parte social es la más importante en términos de desarrollo del país y tiene que ver con las medidas que se toman para aliviar las necesidades de ciertos sectores de población con menores ingresos, brindar asistencia, sostener políticas públicas de bienestar como educación, salud, vivienda, servicios básicos y urbanos, así como mantener todo un sistema de bienestar que permita elevar la capacidad de decisión individual y colectiva de las personas.

Con base en estos tres ejes que articula el Plan se mueve todo un aparato público federal que tiene influencias poderosísimas en los estados, en los municipios, en las localdades y pueblos y en todos los factores de poder. Es todo un andamiaje articulado en torno a una noción de Estado y alrededor de estrategias de inserción internacional. Y dad la coyuntura actual, el Plan se combina con una estrategia para poner en marcha una reforma energética.

La Estrategia Nacional de Energía es un documento que describe la visión y el diseño conceptual de lo que se quiere hacer con el sector enegético en los próximos 15 años. Se trata de que hacia 2026 el país cuente con una oferta de energéticos diversificada, suficiente, continua, de lata calidad y a precios competitivos.

Para lograr esta oferta es necesario que sea maximizado el valor económico de los recursos naturales, que se asimilen y desarrollen tecnologías, que se promueva el desarrollo de mercados nacionales y se participe con éxito en mercados internacionales y que a la población puede brindársele el acceso a los insumos energéticos.

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